Calles de Pompeya
Calles de PompeyaCalles de Pompeya
VITRINA 14
Caja cilíndrica para instrumentos médicos
Bronce
Siglo I, e. c.
Pompeya
Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Ventosa
Bronce
Siglo I, e. c.
Pompeya
77996 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Los médicos romanos utilizaban las ventosas para quitar líquidos que consideraban que le producían molestias al paciente. Además, se usaban para calentar zonas enfermas y en los prodecimientos de sangrías. También se recuperaron ventosas de plata y hueso.
Bisturíes
Bronce
Siglo I, e. c.
Pompeya
78137a, 78137b, 77710 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Pinzas
Bronce
Siglo I, e. c.
Pompeya
119786 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Los médicos utilizaban instrumentos de precisión para realizar intervenciones quirúrgicas. Una cantidad de diversos tipos de instrumentos médicos fueron encontrados en los alrededores de Pompeya, cada uno de ellos tiene un uso quirúrgico específico.
Contenedor para medicamentos
Bronce
Siglo I, e. c.
Pompeya
Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Esta pequeña caja, dividida en diferentes compartimentos, fue utilizada para guardar medicamentos, cada uno organizado según la categoría. Algunas cajas de medicamentos halladas en Pompeya tenían incrustaciones de materiales y piedras preciosos.
VITRINA 15
Ancla
Hierro
Siglo I, e. c.
Pompeya
Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Esta ancla fue encontrada en la desembocadura del río Sarno. Le falta la moldura de madera original, pero este objeto sigue siendo un recordatorio de que hace 2000 años Pompeya era un puerto importante, un centro neurálgico para los mercados y el comercio de todo el Imperio romano.
Instrumentos de pesca
Bronce
Siglo I, e. c.
Pompeya
Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Los anzuelos, los plomos, las agujas y los arpones de pesca que se descubrieron en muchos hogares de la zona en torno al Vesubio son evidencia de una próspera industria pesquera.
VITRINA 16
Nivel para plomada (Archipendolo)
Bronce
Siglo I, e. c.
Región del Vesubio
Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
En Pompeya, se encontraron una gran cantidad de niveles y plomadas, instrumentos que aún hoy siguen usándose en la construcción. Esto da cuenta de la intensa actividad de construcción que se llevó a cabo tras el destructivo terremoto anterior del año 62 de la e. c.
Compás
Bronce
Siglo I, e. c.
Pompeya
76675 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Muchos de los instrumentos de precisión que se usan en la actualidad son similares a los que utilizaban los ingenieros y obreros de la construcción romanos. Los arquitectos, los carpinteros y los escultores de Pompeya utilizaban compases. Este instrumento romano parece simple, pero su diseño es ingenioso: dos brazos puntiagudos rotan alrededor de un pivote central.
Rastrillo
Hierro
Siglo I, e. c.
Región del Vesubio
Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Azadón
Hierro
Siglo I, e. c.
Región del Vesubio
Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Hoz
Hierro
Siglo I, e. c.
Región del Vesubio
P211/3 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Las herramientas que se utilizaban para el mantenimiento del jardín se guardaban en habitaciones que daban a espacios del exterior de la casa.
Martillo
Hierro
Siglo I, e. c.
Región del Vesubio
71883 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
El desastre provocado por el terremoto del año 62 de la e. c. generó una oleada de construcciones. Este martillo romano con su extremo puntiagudo, excelente para partir piedras, es similar a los martillos que aún hoy utilizan los arqueólogos.
Guadaña
Hierro
Siglo I, e. c.
Región del Vesubio
VITRINA 17
Pesas
Mármol
Siglo I, e. c.
Pompeya
Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Los comerciantes llevaban a cabo las ventas utilizando balanzas y pesas de mármol. Los puntos grabados en la parte superior de cada pesa indican su valor. El numeral romano "I" corresponde a una libra, "V", a cinco y "X", a diez.
Balanza romana
Bronce
Siglo I, e. c.
Pompeya
74096 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Las balanzas romanas eran fáciles de utilizar y muy populares en Pompeya. El vendedor colgaba los productos de un gancho sobre uno de los lados del punto de apoyo y agregaba pesas en un plato en el lado opuesto, hasta que ambos lados colgaban en equilibrio.
Fragmento de pared con 23 grafitis
Piedra, pigmento
Siglo I, e. c.
Pompeya
20564 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Hay grafitis en toda la ciudad de Pompeya. Los escritores, al igual que sus homólogos de la actualidad, se ocupaban de abarcar todos los temas, desde los personales hasta los políticos y los muy vulgares. Algunos ejemplos del fragmento de esta pared:
- "Epaphroditus con Thalia aquí"
- Quisiera ser la gema de tu anillo solo por una hora para que me des los besos que le das cuando presionas el sello".
* primera vez fuera de Italia
VINITRA 18
Cuenco con pigmento naranja
Terracota
Siglo I, e. c.
Pompeya
112265 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Cuenco con pigmento rosa
Terracota
Siglo I, e. c.
Pompeya
117342 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Cuenco con pigmento azul
Terracota
Siglo I, e. c.
Pompeya
117333 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Los precios de los pigmentos variaban según la disponibilidad y la fuerza del color. El lapislázuli molido de Afganistán producía el azul; el púrpura de moda se extraía de la mucosidad del caracol, y si bien la mayoría de los rojos se obtenían de la resina, el famoso "rojo pompeyano" se obtenía del plomo armenio.
VITRINA 19
Lámpara con forma de ganso
Bronce
Siglo I, a. e. c.
Pompeya
72468 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Muchas de las lámparas que se hallaron en Pompeya fueron descubiertas en desagües y en el fondo de fosas sépticas. Cuando estaba oscuro, los propietarios llevaban estas pequeñas luces con ellos y tal vez las dejaron allí o se les cayeron por accidente.
Lámpara con forma de cabeza de toro
Terracota
Siglo I, a. e. c.
Pompeya
24584 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Esta gran lámpara fija tiene mucho significado. Los toros eran el símbolo del gran dios Júpiter, y la luna creciente representaba a la diosa Venus. Sin duda, ambos le conferían buena suerte y fortuna a su propietario.
Lámpara colgante
Bronce
Siglo I, a. e. c.
Pompeya
72173 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
La mayoría de las lámparas romanas estaban diseñadas para ser móviles. Una lámpara pequeña como esta se podía sostener o estar suspendida con facilidad.
VITRINA 20
Salero
Terracota
Siglo I, e. c.
Pompeya
16540 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
La sal era el conservante más común, ya que no existía ninguna forma de refrigeración. Los romanos tenían un paladar sofisticado: condimentaban sus comidas con salsas elaboradas a partir de una variedad de más de 100 especias.
Olla cónica para cocinar
Bronce
Siglo I, e. c.
Pompeya
74779 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Sartén
Bronce
Siglo I, a. e. c.
Pompeya
76561 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Con las excavaciones en Pompeya y Herculano, se descubrieron grandes cantidades de sartenes. La función de este utensilio de cocina se ha mantenido prácticamente intacta. Es probable que esta sartén estuviera colgada en una cocina donde los esclavos de la casa preparaban las comidas.
Embudo
Bronce
Siglo I, e. c.
Pompeya
73849 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Colador
Bronce
Siglo I, e. c.
Pompeya
77605 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Colador
Bronce
Siglo I, e. c.
Pompeya
77605 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Los coladores eran utensilios que abundaban. Se los colgaba en ganchos de pared; los patrones geométricos perforados en sus cuencos aportaban un elemento decorativo a las cocinas.
VITRINA 21
Olla
Bronce
Siglo I, e. c.
Pompeya
618 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Copa
Terracota
Siglo I, e. c.
Pompeya
116995 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Plato
Terracota
Siglo I, e. c.
Pompeya
16700 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Los platos como este se importaban desde el sur de Francia. Este formaba parte de un set de vajilla para cuatro comensales; las inscripciones en la parte inferior de cada pieza identifican al artesano que las creó.
Jarra
Terracota
Siglo I, e. c.
Pompeya
454 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Jarras parecidas a esta se utilizaban mucho en todo Pompeya. Los romanos de clase alta no osaban tocar nada que hubiera sido parte de la preparación de la comida. Eran tareas exclusivas de los esclavos la casa las de preparar y servir la comida y verter en copas el vino de las jarras.
VITRINA 22
Copia de una barra de pan
Resina
Siglo I, a. e. c.
Casa de los Ciervos, Herculano
84596 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
El pan era un importante alimento básico, y Pompeya tenía 30 panaderías como mínimo. Con su forma redonda y dividida en ocho secciones, la forma romana clásica, esta es una copia de una barra de pan que se encontró en Herculano. Tiene inscrito el nombre del panadero, Cele, una persona esclavizada.
Glirarium
Terracota
Siglo I, a. e. c.
Pompeya
24245 Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
A los lirones -considerados un gran manjar por los gourmets romanos que los consumían como sabrosos bocadillos-, se los enjaulaba, criaba y hacía engordar en un glirarium. Los estantes en espiral del interior, los dos depósitos de comida y los múltiples orificios de ventilación incentivaban a los cautivos lirones a comer, dormir y comer un poco más.
VITRINA 23
Ánfora para aceite
Terracota
Siglo I, e. c.
Casa de Menandro, Pompeya
Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Esta ánfora de gran tamaño contenía aceite de oliva, un producto básico vital para la economía de la región. A pesar de que la mayoría de las ánforas contenían vino o aceite, también se utilizaban para transportar y almacenar granos, alubias, aceitunas, frutos secos y vegetales.
Ánfora para vino
Terracota
Siglo I, e. c.
Pompeya
Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
El volumen estándar de las ánforas para vino era de un pie cúbico (alrededor de siete galones), conforme a un prototipo que está en el templo de Júpiter en Roma. Sus bases puntiagudas y bocas anchas permitían que el apilado fuera sencillo para el transporte y que el almacenamiento resultara eficiente para los comerciantes.
Ánfora para garum
Terracota
Siglo I, e. c.
Pompeya
Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
La forma característica y la base alargada de esta ánfora permite reconocer inmediatamente su contenido: garum (garo), salsa de pescado fermentada. Esta salsa popular, un alimento básico de la dieta romana, se transportaba por todo el imperio en ánforas identificadas con el nombre del propietario pintado en la parte exterior.
Video: mercado
Si ustedes pudieran entrar al Foro al despuntar el día, verían un mercado bullicioso, donde podrían comprar de todo, desde pescados e higos hasta telas.
Los arqueólogos creen que este edificio circular se usaba para vender pescado debido a la gran cantidad de escamas que encontraron en él.
Video: Tecnología e ingeniería romana
El arco romano:
Los arcos romanos no eran meramente decorativos. Cada arco tiene un propósito estructural.
El arco es fuerte debido a la compresión. Las fuerzas de la estructura y las fuerzas de la naturaleza ejercen presión entre sí. Una viga, en cambio, está en tensión y no puede mantenerse por sí misma.
La grúa romana:
El sistema de poleas, compuesto por un bloque y aparejos, es uno de los inventos más importantes y extraordinarios de la historia. Cada vez que la cuerda pasa a través del bloque, su longitud se duplica. Este aumento de la distancia disminuye la fuerza que se necesita para levantar la carga. A esto se denomina "ventaja mecánica". Las poleas de la grúa hacen que cualquier peso sea ocho veces más fácil de levantar.
La rueda reparte el esfuerzo. Dado que es diez veces más grande que el eje, cada vez que gira, genera una fuerza diez veces mayor. Si sumamos todo, la grúa hace que cualquier peso sea ochenta veces más fácil de levantar.
El hipocausto romano:
El hipocausto es un sistema de intercambio de calor por debajo del suelo. El aire caliente de los hornos llena este espacio. La losa de hormigón se calienta e irradia el calor hacia arriba. Los romanos también encontraron otro uso para este aire caliente.
El aire caliente sale del hipocausto a través de las cañerías de terracota de la pared. Estas cañerías se despliegan por todo el edificio. Los romanos aprovechaban todas las oportunidades para mantener y utilizar este precioso aire.